sábado, 31 de octubre de 2015

Declaratoria antifeminista

Mujer que llora: la lastimaron
Hombre que llora: ¡ya supéralo!

Mujer deshonesta: está confundida.
Hombre deshonesto: patán, cabrón.

Mujer que trabaja: es independiente.
Hombre que trabaja: es su obligación.

Mujer que no trabaja: se dedica al hogar.
Hombre que no trabaja: huevón, mantenido.

Mujer que pide ayuda: inteligente.
Hombre que pide ayuda: pusilánime.

Mujer que no se deja ayudar: autosuficiente.
Hombre que no se deja ayudar: macho orgulloso.

Mujer que duda: necesita encontrarse a si misma.
Hombre que duda: inmaduro.

Mujer promiscua: ejerce su libertad sexual.
Hombre promiscuo: mujeriego que ve a las mujeres como objetos.

Mujer que se autoagrede (en cualquier forma): pobrecita, le han hecho mucho daño.
Hombre que se autoagrede (en cualquier forma): loco pendejo, le falta un tornillo, aléjate de el.

Mujer abandonada: no la supieron valorar, no la merecen.
Hombre abandonado: poco hombre, no supo enamorarla y mantenerla a su lado, no la pudo complacer.

Mujer que dice "no": sabe lo que quiere.
Hombre que dice "no": patán, sólo le importa el exterior.

Mujer que no quiere pareja ni hijos: libre.
Hombre que no quiere pareja ni hijos: le teme al compromiso.

Mujer que se compromete: es porque ama.
Hombre que se compromete: es su deber.

Mujer que no tiene tiempo para su familia: trabajadora, está persiguiendo sus sueños.
Hombre que no tiene tiempo para su familia: desobligado, mal padre.

Mujer que ama y lo demuestra: cariñosa.
Hombre que ama y lo demuestra: intenso, ¡me asfixias!, cursi.

Mujer responsable que apoya a su pareja: es una gran mujer.
Hombre responsable que apoya a su pareja: sólo cumple su deber.

Mujer que se impone: empoderada.
Hombre que se impone: déspota.

Mujer que lo entrega todo: mujer que ama.
Hombre que lo entrega todo: mandilón pendejo.

Ahora que escribí todo lo de arriba noté lo increíblemente ridículo que suena, la postura de la víctima en todo su esplendor, y sin embargo he estado escuchando, leyendo, encontrando por todos lados en las redes sociales, este tipo de frases y muchas otras de mayor estupidez, con la diferencia de que todas en sentido inverso, es decir: intercambiando todos los "Mujer" por "Hombre" y viceversa.

Estoy harto, estoy muy harto de estas tonterías, de la imbécil "guerra de los sexos" en la que nos ha metido la sociedad moderna, donde las mujeres se sienten superiores sólo por ser mujeres, donde los hombres tenemos que cargar con la culpa del patriarcado milenario, donde cada sexo justifica a sus iguales y cierra filas, aún sabiendo que el compañero o compañera de partido han hecho una chingadera monumental.

Estoy harto, hoy me libero de esto, soy hombre y orgullosamente puedo decir que nunca he hecho menos a una mujer, que nunca ha habido dolo en mis acciones, que siempre he sido honesto, que nunca he faltado a mis compromisos, que siempre he apoyado a mis parejas con todos mis recursos, con todas mis fuerzas y empeños. Me da un enorme orgullo decir que mi corazón está limpio, que nunca he mentido, que he amado con todo mi ser y, esta vez, me han despreciado y me ha dolido como ninguna otra cosa en mi vida, pero mi consciencia está limpia. Eso es mucho más de lo que pueden decir muchas personas que conozco, hombres y mujeres.

Nadie puede reclamarme infidelidad, nadie puede decirme que he sido violento o que me he propasado, sin embargo, se me ha acusado de muchas cosas por defenderme, porque cuando conviene "a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa", porque ellas pobrecitas y nosotros qué cabrones, porque ella tenía derecho a hacer lo que ella quisiera, a comportarse como una arpía cruel y desconsiderada, pero yo no tengo derecho a sentirme dolido, a deprimirme, a sentir que mi mundo se terminó y que me quedé sin futuro porque me engañaron y yo les creí porque quería creer, quería confiar.

Soy hombre y tengo el corazón roto, estoy viviendo el dolor, la ira, la decepción, el desencanto más grandes de mi vida, y me da mucho orgullo decir que estoy triste, que me hicieron polvo y del polvo me estoy levantando, que he pedido ayuda y me he agarrado de todo y todos los que tengo cerca.

Que tuve que humillarme y decirme a mi mismo: no puedes, no tienes los recursos, te dejaste engañar, te pusiste de pechito para que te vieran la cara, te enamoraste de la persona equivocada, de una mala persona... te enamoraste hasta la médula de una mujer que ojalá nunca hubieras conocido.

Me niego a sentirme culpable, me niego a recibir la violencia de las mujeres que hacen lo que quieren y aún así se sienten perseguidas y se creen agredidas porque a mi me cuelga algo entre las piernas y piensan que es para amenazarlas. Estoy harto, estoy muy harto.

Hay mujeres buenas, conozco algunas, habemos hombres buenos, creo firmemente que soy uno de ellos, me esfuerzo para serlo, porque no es fácil enfrentar esta realidad sin malicia, pero quienes hacen chingaderas son también de ambos lados y no hay justificación alguna para ninguno.

Por eso me declaro antifeminista, de la misma forma que me declaré antimachista hace tantos años.