jueves, 21 de enero de 2016

Cadaver exquisito: Credo...

2 de diciembre de 2015

Está demás decirte que a esta altura
no creo en predicadores ni en generales (1)
ni en tu voz, ni en la mía, ni en las piedras.

No creo en promesas de amor,
ni en la fervorosa tensión de la piel,
ni en tu cuerpo, ni en el deseo, ni en Judas.

No creo mas, pues, ni en las palabras,
ni siquiera en las que se arrojan en panfletos electrónicos
y que la plaza pública te celebra con amistosa condescendencia.

Creo, ahora si, en mis sueños,
en los huéspedes ruidosos de mi cabeza,
mis huéspedes concurren,
concurren como sueños. (2)

(1) Mario Benedetti
(2) Mario Benedetti

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