jueves, 21 de enero de 2016

No hay cura...

26 de noviembre de 2015

No es posible despegarse así
y sólo quitarse la plasta hedionda del engaño,
amanecer entero y no recordar,
eliminar la sensación en los brazos,
la espalda cobijada con piel,
tus piernas como enredaderas entre las mías,
tus ojos como pinchos dentro de los míos,
tu cabello como lluvia sobre mi almohada,
tus manos como serpientes, buscando mi sexo,
hasta creer que todo es parte de mi.
Tu apetito por el momento, sin intención,
sin esperanza, sin mayor anhelo.

Eso no se cura:
se lava,
se seca,
se cae.

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