domingo, 23 de agosto de 2009

Justificación Histórica, Histérica e Histriónica...

Querido lector:

Advierto que uso el singular "lector" no como forma de extender el saludo de manera general, sino porque, verdaderamente, no creo que vaya a ser más de una persona la que, estando en su sano juicio, dedique su tiempo a leer estos desvaríos de un servidor.

El motivo que genera la creación de este absurdo espacio es simple: le estoy fusilando la idea a una querida amiga (Paty, aunque no le guste) que también escribe por estos cyberetéreos rumbos y con quien tuve un encuentro hoy, vía messenger. Me gusta cómo escribe y, más aún, me gusta que lo haga.

Hace no mucho tuve una conversación similar con otro apreciable personaje: el maestro Fer, a quien no sé qué maldita mosca le picó, pero me dijo que yo debería escribir con mayor frecuencia, que en la narrativa no me iba tan mal, idea que comparte con mi Carnal Carlitos, mi hermano mayor. Yo creo que les hicieron descuento grupal en la lobotomía, pero como a mí eso me anda importando una pura y dos con sal y, además, orita como que me da la gana, pues usemos estas referencias para darle vuelo a la hilacha y presentarte, apreciable y caritativo(a) lector(a) estos mis desvaríos que no se empeñan en otra cosa que quejarme de todo y, en especial, burlarme de mí mismo y mis quejas; con el mejor ánimo de darte una razón para sonreír.

El título del blog obedece a una verdad irrefutable y bastante simple: "México", según me enteré hace poco, significa "En el ombligo de la Luna", y dado que, para bien o para mal, aquí estoy y aquí me quiero quedar, pues lo externo con la mayor satisfacción.

Conforme avance la publicación de textos, se te irán presentando una curiosa diversidad de personajes, desde los más oscuros y nocivos para la salud -mental- hasta los más hilarantes y descabellados. No te los creas por completo. Si bien son rigurosamente reales (la mayoría de ellos son queridos amigos del que escribe), confieso que pienso tomarme la mayor de las libertades literarias para hacerlos, en la medida de lo posible, menos grotescos y temibles de lo que son en realidad.

Este será, espero, el más solemne de los mensajes que encontrarás aquí, por ser la presentación de los mismos.

No busco, con estas líneas, sino desahogar mi sentimiento de culpa por no dedicarme más a las palabras. Dada mi natural tendencia a la bolsa y la inconstancia, este es un intento por obligarme a regresar a la "Bendita manía de contar", de usar las palabras para bocetar mi persona y los acontecimientos que le rodean, de la manera más fidedigna posible y, por supuesto, contarles una historia en la que ese bosquejo pueda meterse en líos y, espero, salir de ellos.

Sea pues, en nombre de todo lo que es ilógico y aberrante, con la soledad y, sobre todo, la impunidad que proporciona el internet como mis grandes aliadas, y con el café y el tabaco por entrañables compañeros de viaje y divagación, aquí comienza la entrega de pedacitos de mi vida para el que guste compartirla.

Saniorita Karenina, Maestro Fer, Carnal Carlitos... empecemos por brindarles este toro. Va por ustedes, ¡¡¡Y OLÉ!!!

Desde alguna parte del ombligo de la Luna. Un abrazo.

Oscar Javier.

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